La elección del tema que aquí desarrollaré tiene más que ver con la curiosidad que con las certezas.
Desde hace ya un tiempo que me llaman profundamente la atención los modos en los que ocurren las prácticas de lectura y escritura, me inquieta eso que sucede cuando uno escribe o lee, me pregunto qué ocurre con ese bagaje que está detrás de todas las decisiones (aparentemente simples) que se toman a la hora de leer y escribir, sobre todo de escribir. En este escrito, que seguramente estará más poblado de preguntas que de respuestas, reflexionaré sobre el o los modo/s de escribir que aparecen en esas personas que habitan en nuestras escuelas y que son hablantes nativos de español en la mayoría de los casos (dejaremos de lado aquí a los alumnos cuya lengua materna no es el español, en la actualidad es relativamente común tener casos de estudiantes que hablan otras lenguas). Este artículo −o, mejor dicho, esta serie de interrogantes− nace de mi trabajo como docente en el área de español como lengua extranjera y de años de dar clases de Literatura y PLG para hablante nativos; de alguna manera he trabajado entre dos mundos en apariencia diferentes, entre chicos que tienen el español como lengua materna y otros que no, con diferentes realidades, culturas y formaciones pero con un detalle en común, la dificultad frente a la lengua escrita y las estrategias que ésta requiere.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)