A pesar de que la seguridad es una cuestión que inquieta a las ciencias sociales desde sus comienzos, hace dos décadas que el binomio seguridad - inseguridad se ha constituido como un tema apremiante y relevante para la agenda pública. Sin embargo, su significado no es unívoco y se encuentra en disputa: el discurso hegemónico relaciona a la inseguridad con el delito callejero y con la protección de los bienes, mientras que otros critican esta concepción.
En este escenario, las organizaciones político-sociales se configuran como actores privilegiados en la disputa por la definición del término seguridad y en el planteo de los mecanismos de intervención (legítimos o ilegítimos) para mitigar este problema, con posibilidades de producir propuestas concretas de cambio social. Es aquí cuando el estudio de los Think Tanks adquiere importancia, ya que este tipo de organizaciones producen y transmiten información sobre diversos campos con el objetivo de incidir sobre las acciones y decisiones de actores políticos y sociales.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)