La música y las letras escritas fueron utilizadas, muchas veces, para combatir a los malos gobiernos y visibilizar lo que estos ocultaban. En la Argentina la cultura pop y el rock explotaron y se hicieron masivos, justo en épocas de dictaduras militares, en las décadas de los sesenta y setentas. Los nuevos artistas tuvieron que soportar censura y el atropello de las Juntas Militares que se encontraban en el poder. Al mismo tiempo, la música que venía del exterior fue mal traducida, y hasta prohibida en varias ocasiones, dependiendo del material ideológico que querían comunicar. Algunas de las obras más importantes tuvieron que esperar a la vuelta de la democracia (1983) para poder ser escuchadas por los argentinos.