Si “la antropología, es la práctica de una teoría” (Herzfled, 1997), la disciplina se aprende en el “Trabajo de Campo”. Aprender a distinguir, a observar, a escuchar, a saber interrumpir, y a registrar. Pero también saber esperar, permanecer, colaborar y compartir.
Nos proponemos hoy, reflexionar sobre una práctica de entrenamiento en trabajo de campo, en nuestra ciudad, en un proceso de enseñanza-aprendizaje de la metodología de investigación en antropología urbana. El espacio urbano, para este caso, el de la Ciudad de La Plata, nos enfrentó a requerimientos particulares en el desafío de la enseñanza de la metodología, como la necesidad de llevar a la práctica, ese mecanismo de desdoblamiento tan personal y siempre requerido: “el extrañamiento” (Augé: 1996, Althabe: 2000).
Como docentes nuestro gran desafío ha sido trabajar en la construcción de un conocimiento colaborativo. En la formación de futuros investigadores, y a través de la redundancia didáctica, hicimos una revisión continua de nuestras prácticas y estrategias pedagógicas; no sólo en la instancia inicial-iniciática de la puesta en práctica del oficio del antropólogo, sino en uno de sus cortes posibles: la presentación de un trabajo científico.