El 25 de mayo de 1973 marcó una nueva etapa en nuestro país, signada por el retorno del peronismo al gobierno luego de 18 años de proscripción y tras un intenso proceso de radicalización social y política. En un contexto de creciente cuestionamiento al orden social y político vigente, la asunción de Héctor Cámpora a la presidencia de la nación fue vista por muchos de los actores del momento como la llegada de la izquierda peronista a espacios de poder y el puntapié inicial para encarar transformaciones de carácter radical en la sociedad. El papel preponderante que la Tendencia Revolucionaria del Peronismo desempeñó en los meses previos, durante el proceso de reorganización partidaria y en el transcurso de la campaña electoral del verano de 1973, se tradujo -luego de la victoria del FreJuLi el 11 de marzo- en la incorporación de muchos de sus militantes como integrantes de los futuros planteles de gobierno, tanto a nivel nacional como provincial. En la provincia de Buenos Aires, la victoria de Oscar Bidegain al frente de la gobernación posibilitó la injerencia de figuras del peronismo revolucionario y militantes de la Juventud Peronista-Montoneros en diferentes cargos de la administración bonaerense, llevando a cabo programas de gestión con un fuerte contenido participativo y social, vinculados al proyecto mayor de cambio de estructuras. En relación a esto, nos proponemos reconstruir la experiencia y el derrotero de los militantes de la Tendencia Revolucionaria en la gestión pública bonaerense, examinando las diversas modalidades que adoptó la práctica política de este particular actor en el espacio institucional.