Entre los principales argumentos que pretenden descalificar una agricultura sustentable están sus bajos rendimientos y elevados costos. Además, se argumenta una limitada aplicabilidad (solo a escala de pequeñas fincas). Esta polémica se halla presente en la Cuba actual, urgida de soluciones a corto plazo para la alimentación de toda su población.
Por ello, se necesita disponer de estrategias y modelos de desarrollo que respondan a los requerimientos actuales, asumiendo el reto de diseñar una agricultura sostenible sobre bases agroecológicas, productiva y eficiente, aplicable a diferentes condiciones y escalas productivas. Este fue reto del proyecto “Articulación agroecológica; diseño de alternativas sostenibles para la seguridad alimentaria local” promovido por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) y la ONG Holandesa HIVOS. Esta acción se viene ejecutando desde hace 4 años (2011-2015) en 5 municipios cubanos, con apoyo financiero de la Unión Europea, de la Colaboración Suiza para el Desarrollo (COSUDE) y del Ministerio de la Agricultura de Cuba (MINAG). Se partió de la hipótesis de que el desarrollo agrario sostenible sobre bases agroecológicas tiene que diseñarse y conducirse localmente (escala municipal). Para ello, se planteó como objetivo, “contribuir al incremento y la sostenibilidad de la seguridad alimentaria cubana, facilitando la adopción de alternativas de articulación agroecológica en las estrategias de desarrollo agrario municipal”. Para el logro de este objetivo se planteó la necesidad de crear y fortalecer capacidades locales de desarrollo agrario, a partir de instituciones existentes y en coherencia con los programas oficiales de la agricultura local y los intereses y necesidades sentidas de los agricultores. Se trabajó desde un Equipo de Proyecto apoyado por un Equipo Técnico conformado por especialistas de diferentes entidades científicas y docentes nacionales. A nivel local se conformaron Equipos de Articulación Local (EAL) con integrantes designados por cada municipio. Estos EAL constituyeron el principal ente implementador del proyecto y se concibieron como el germen inicial de lo que debía ser el Equipo Municipal de Desarrollo Agrario de cada territorio.
Alrededor de estos EAL se articularon las principales instituciones locales vinculadas a la agricultura y se seleccionó una cooperativa para demostrar la pertinencia de la reconversión agroecológica a escala superior a la pequeña finca. Se pudo comprobar que lograr el involucramiento de decisores importantes de la localidad es del todo imprescindible para un proceso de reconversión agroecológica a escala territorial, pues este debe ser visto como contribuyente al logro de los objetivos de las instituciones locales para la seguridad alimentaria de la población y minimizar la dependencia externa al territorio para el desarrollo de toda la cadena productiva. Disponer de servicios técnicos locales que puedan contribuir con insumos alternativos, asesoría y capacitación, aporta a la reconversión capacidad de contextualización de conocimientos y tradiciones campesinas y establece puentes con instituciones científicas especializadas para su complementación con los avances de la ciencia y la técnica.