Un total de 30 propietarios de cerdos cooperantes fueron estudiados en dos municipios conurbados de la ciudad de México. La cría se considera como complementaria del ingreso familiar y el área disponible para su tenencia está en el rango de los 20 y 60 m2. En la casa habitación vive una (32%), dos (48%) y hasta tres familias (19%). Las casas cuentan con los servicios básicos (agua, energía eléctrica, drenaje, pavimento) que son ofrecidos por los municipios. La actividad primordial de los propietarios es el comercio ambulante (up 50%) y un 10 porciento se mantiene desempleado. El nivel de educación incluye estudios primarios (47%) y secundarios (47%). La actividad con los cerdos se distribuye entre toda la familia.
La mayor parte de ellos (60%) se dedican a la crìa de lechones para su venta al destete y el resto (40%) para la engorda. Los rangos de números de animales existentes fueron de 1 a 4 (65%) de 5 a 10 (29%) y mas de 10 (6%). La mayor parte de los propietarios cuenta con animales de razas puras entre las que destacan: Landrace, Pietraine y Yorkshire y solo un porcentaje menor con sus cruzas. La alimentación de los cerdos está basada en el uso de alimento balanceado (10%), tortilla dura (23%), desperdicios orgánicos de la casa/restaurante (20%) y subproductos (vísceras de pollo y sangre, 14%). Todos los animales se vacunan contra el cólera y las enfermedades de mayor incidencia son las respiratorias (62%) y en menor proporción las digestivas (20%). El lugar de comercialización primordial es el rastro local (60%), intermediarios (27%) y el mercado local (13%). Un número importante de ellos sacrifica los animales en la casa y vende la carne al consumidor en forma de carnitas y tacos. Para un 80% de los propietarios el sistema contribuye en un 10 a 30 porciento al ingreso familiar. Las restricciones del espacio que condicionan la productividad, se analizan como un factor limitante junto aspectos referidos a la salud pública.