La presente investigación observa críticamente las metas y criterios de los programas públicos participativos desarrollados en la comuna de Peñalolén, desde una perspectiva que se centra específicamente en la observación de las estrategias, recursos y lógicas que los actores despliegan en la implementación de dichos programas, principal espacio de interacción social donde se disponen y transitan bienes y servicios públicos entre los agentes estatales y los beneficiarios de las mismas (Martínez Nogueira, 2007). Es en este espacio de construcción social –y no uno donde simplemente se aplica un protocolo dado– donde los límites de la participación se muestran en toda su complejidad, en tanto que ahí se encuentran y tensionan las diferentes lógicas representadas por los diferentes actores que interactúan. Las lógicas de los actores refieren a las maneras de pensar y a los modos de comportamiento colectivos, según los roles que desarrollan los sujetos en el espacio social; y en este sentido, el espacio local se vuelve relevante en tanto es en él donde se pueden identificar la lógica del operador –funcionarios públicos– y del receptor –beneficiarios– de los bienes y servicios estatales (Alonso, 2004).