“Para describir la vida política de las democracias antiguas nos vemos forzados a servirnos de términos que utilizamos para las democracias modernas. Pero hay que tener cuidado de no engañarse. Pues las mismas palabras contemplan a menudo las realidades más diversas” (Reverdin, 1945: 201). Esta afirmación nos autoriza a preguntarnos si hay o no una conexión entre los δημαγωγοί atenienses y lo que nosotros entendemos por “demagogos”. El lexema ingresó a los idiomas modernos por una traducción al francés de una traducción latina de la Política de Aristóteles en el siglo XIV d.C. (Robert, 1954: s.v.), donde ya era patente el carácter peyorativo del lexema. Durante los últimos cincuenta años, los especialistas han analizado las ocurrencias del campo léxico de la δημαγωγία desde una perspectiva históricosociológica y en ese sentido coinciden en que estos vocablos en su origen eran “neutros” (Connor, 1992; Lane, 2012). Ostwald, por su parte, opina que la connotación peyorativa del término probablemente se deba a Aristóteles, específicamente a un pasaje de la Política (4.4.1292a4-38) (1986: 201).
Sin embargo, contamos con testimonios del lexema de fines del siglo V a.C. y principios del IV a.C. donde es posible entender cierta connotación negativa. Dentro del conjunto de testimonios se encuentra el Contra Alcibíades del Pseudo Andócides.
El presente trabajo, complementario de análisis anteriores en el corpus del siglo V a.C., tiene como objetivo analizar el mencionado lexema en su cotexto a la luz de una perspectiva que concibe las palabras como piezas lingüísticas susceptibles de variación semántica incluso en un mismo estadio sincrónico, aplicando conceptos de las teorías de la Nueva Retórica y del Análisis del Discurso.