Basta asomarse a los títulos de los libros y artículos que componen la inmensa producción historiográfica sobre la Guerra Civil de España para advertir muy rápidamente que, si bien se trató de una coyuntura que desde muy pronto adquirió una relevancia y una impronta internacionales, pareciera tratarse de un suceso en el que todos los implicados tenían en realidad un origen europeo. Excluyendo el notable caso de México, las prácticas latinoamericanas en la lucha por la defensa de la democracia republicana desarrolladas en suelo español durante el conflicto de 1936-1939, salvo muy pocas excepciones, no han sido objeto de estudios de larga proyección. Creemos que la asistencia brindada por el aparato del Estado conducido por Lázaro Cárdenas no fue pasada por alto por los investigadores sociales justamente a causa de que se trató de la intervención de un gobierno nacional. Por tanto, proponemos aquí que si el amplio espectro de expresiones que adquirió la solidaridad latinoamericana hacia el pueblo español y su democracia pluralista no resultó merecedora de mayores miramientos por parte de las distintas corrientes de la historiografía que se dedicaron a su estudio, eminentemente generada en el Europa occidental, ello no se debió tanto a la negación del papel que pudieron haber jugado distintos actores sociales de América Latina en dicho proceso como al hecho de que en toda esta región las distintas formas de acción prorepublicanas partieron de la iniciativa civil, ajena a la voluntad concitada en los estados nacionales.