En español
La definición usual del término “colecho” lo describe como la práctica en que los niños duermen con sus padres. Basada en la modalidad de crianza con apego, es una práctica que se multiplica, alentada por reconocidas organizaciones y figuras de moda que lo incentivan a nivel popular.
La cama matrimonial representa en nuestra cultura un símbolo de encuentro sexual, procreación, diálogos privados, mundo adulto. Ámbito físico que demarca que la asimetría con la infancia está instalada.
No resulta novedoso decir que el proceso de subjetivación supone que los padres deben instalar al niño en un baño de cultura, definida por normativas y regularidades, acceso a la que ya Freud, padre del Psicoanálisis, subrayó con la prohibición del incesto. Así sería que el alejamiento del niño de sus padres posibilita no sólo la exogamia y lo social como tal, sino también la entrada a la neurosis como estructura privilegiada de salud psíquica.
En inglés
The usual definition of the term "co-sleeping" describes the practice in which children sleep with their parents. Based on the modality of attachment parenting, this practice is multiplying.
Nowadays we are witnessing a unique metamorphosis of social ideals that privilege personal development. But, above all, we are witnessing the fall of references that were usual. Minding this, might we assume that co-sleeping is functionally accommodated to this model in booming, adjusting to the crecent undifferentiation and symmetry of roles within home.
Our main questions are: Could we include this habit in the order of postponements of evolutionary cuts that parents must installed in early childhood? Would this practice be showing the fall of parental authority? What does this nondiscrimination of gaps between parents and children mean to the psychic constitution?