Frente a la crisis actual de las humanidades, los especialistas en literaturas clásicas, a la hora justificar su disciplina, suelen adoptar una retórica liberal y humanista. Desde esta perspectiva, se supone que las clásicas son el medio de transmisión privilegiado de valores tales como la democracia, el pluralismo o el respeto por la diferencia. La presente ponencia discute contra estos postulados, y para ello analiza las relecturas de los clásicos por parte de las derechas francesas de la primera mitad del siglo XX. Se argumenta aquí que tales lecturas no deben ser simplemente descartadas como una falsificación ideológica, sino que deben hacernos reflexionar sobre el vínculo, a menudo elidido por el humanismo liberal, entre legado clásico y violencia.