En español
La ubicua explosión de protestas sociales urbanas en los últimos años parecen venir a contradecir el crecimiento paralelo de literatura académica que considera las ciudades bajo un paradigma de máquinas de producción de segregación, recordándonos que la capacidad de acción colectiva es inherente y constitutiva de la urbanidad.
En el caso de las mareas ciudadanas de Madrid, las practicas espaciales de protesta remiten a una dimensión particular del derecho a la ciudad, produciendo un espacio propio que desafía los regímenes espaciales del estado urbano de excepción permanente, que exacerban las dinámicas de fragmentación, segregación y políticas de control del cuerpo. Los dilemas del conflicto, de la pluralidad y del acomodo de la heterogeneidad de la multitud marcan la agenda de movimientos nuevos sociales en extremo líquidos y descentralizados, que vuelven siempre, de una forma no poco paradójica, a las trazas físicas de la memoria en los lugares centrales, y que construyen auténticos espacios practicados, vividos y caminados a base de una cognición social emocional distribuida.
En inglés
The ubiquitous upsurge of urban protests around the world In the last years seems to contradict the equally growing production of literature that deals with the city as a scene of conflict and a device for the production of segregation, reminding us of the collective agencies are inherent to and constitutive of urbanity . In the case of the mareas ciudadanas in Madrid, the spatial practices of protest defy the permanent state of exception that comes to dynamics of fragmentation, segregation and biopolitics. The dilemmas of conflict, plurality and the heterogeneity of the multitude set the agenda of these extremely liquid and decentralized social movements. These movements return in a paradoxical way to the physical traces of the memory of central places of the city and construct and produce practiced spaces on the basis of a distributed emotional social cognition.