La utilización de la arcilla como material plástico que podía ser modelado, formado, secado y luego horneado al fuego para transformarse en cerámica se produjo hace unos cuantos miles de años. Las primeras obras cerámicas datan aproximadamente del año 12.000 a C y estaban relacionadas con funciones fundamentales de la cultura: utilitarias, simbólicas y estéticas.
Las producciones cerámicas contemporáneas demuestran que la cerámica es un hacer ancestral, cuyo origen se remonta al de toda cultura y que se caracteriza por una marcada perspectiva dialógica entre el pasado y la actualidad.
Presentaremos modificaciones de la práctica artística de la cerámica contemporánea que se han ido generando desde fines del siglo XX. Nos referimos concretamente a la figuración, a la performance, a la instalación, y al empleo de la arcilla cruda en obras terminadas. Estas variaciones abren otras perspectivas y desafíos a la hora de emprender la práctica docente. Enfocados en la pluralidad de modos de comprender el arte cerámico contemporáneo, presentaremos la metodología de trabajo de la Cátedra Taller de Cerámica Complementaria de la Facultad de Bellas Artes, dirigida a estudiantes del profesorado y Licenciatura en Artes Plásticas, sin orientación en cerámica.