En esta ponencia pondremos a consideración los datos cuantitativos obtenidos a lo largo de dieciocho meses de relevamiento. Se trata de datos “puros”, en el sentido de no estar “contaminados” con interpretaciones. Sostenemos esta ironía pues no hay “pureza” posible en ninguna investigación: qué y cómo contar, a través de qué tipo de tablas o gráficos presentar la información, cuáles son los límites del objeto y, finalmente, para qué queremos saber lo que hoy que hoy sabemos, sólo reconoce como norte el propio interés. No obstante, autolimitarnos a contar casos uno por uno con un afán más parecido al de un empecinado coleccionista nos ayudó a guardar una distancia con el objeto que hoy nos produce cierta sorpresa. Así, las reflexiones son de escaso vuelo teórico, bien “pegadas” a los datos.