El presente trabajo aborda el análisis de la obra de Luis Camnitzer, El Museo es una Escuela, en tanto propuesta en la que confluyen su posicionamiento conceptualista y sus intereses por la imbricación entre las nociones de arte y pedagogía. En este marco, la obra -que fue instalada con notables particularidades en diversos museos del mundo- opera estratégicamente superponiendo, no sin tensiones, los roles y supuestos propios de dos instituciones emblemáticas.
Se trata de una interpretación que pretende dar cuenta de la actualización de algunos criterios que desarrollara el Conceptualismo Latinoamericano en tiempos de coyunturas colonialistas de violencia institucional; y que en nuestros días responde a los desafíos del panorama contemporáneo, asumiendo formas y registros ligados al arte político-critico.