La estimulación musical temprana se destina a un grupo que aún no ha adquirido el lenguaje. En este grupo destinatario, y especialmente hablando de bebés (de 0 a 1 año y medio), hay una relación prelinguística de comunicación parental, en donde el Habla dirigida a los bebés se manifiesta mediante instancias de Musicalidad Comunicativa, expresadas en un habla que parece música, poesía y danza. Una de las funciones de la Musicalidad Comunicativa, es la de ¨regular la atención, el estado emocional y el nivel de excitación del bebé¨. En experiencias musicales llevadas a cabo con los bebés, se ha encontrado que por un lado, su nivel de atención aumenta cuando en la musicalidad comunicativa se hallan sonidos con variaciones de sonoridad, timbre e intensidad, y por el otro, las actividades musicales multisensoriales propician aún mas su atención. Las formas de expresión son adquiridas en la musicalidad comunicativa que el adulto brinda a los bebés, en donde las experiencias intersubjetivas creadas propician su futuro aprendizaje, y la atención, es el factor que va en conjunto con las interacciones conjuntas que propician el aprendizaje, en éste caso, el aprendizaje musical desde la temprana infancia.