Los cuerpos de las mujeres y de los varones han sido definidos con cierto esencialismo desde donde se nos explica en qué consiste un cuerpo femenino y un cuerpo masculino, siempre enmarcados en un paradigma dicotómico que no admite más que dos. Durante mucho tiempo se consideró a la biología como destino, es decir, que los cuerpos femeninos eran condición sine qua non para ser-mujer, y los cuerpos masculinos para ser-varón. Aunque a partir de los aportes de la Teoría Queer, esos esencialismos fueron puestos en cuestionamiento, lo cierto es que este tipo de definiciones sobre los cuerpos aún ostenta cierta hegemonía, sostenidas y reforzadas por el discurso médico/biologicista.
En el marco de una organización social patriarcal3, los cuerpos de las mujeres están pensados para estar al servicio del otro varón: tanto desde el trabajo que las mujeres realizan, como desde lo estético y lo relativo a la generación de placer. Aunque las consideraciones acerca de la belleza femenina cambian de acuerdo al tiempo y lugar, existe algo que se mantiene a través del tiempo: que un cuerpo femenino tiene mamas. Y en la actualidad occidental, éstas son fuente de placer al servicio masculino, y es por ello que podemos ver en los medios masivos de comunicación como se resalta grotescamente esta parte del cuerpo de las mujeres.
En ciertas mujeres que padecen cáncer de mama la enfermedad deriva en una mastectomía, y es ese procedimiento el que abre las preguntas de este trabajo: si un cáncer de pecho mutila a una mujer extirpándole una o, a veces, las dos mamas, nos preguntamos ¿qué convierte a un cuerpo en un cuerpo femenino? ¿Qué pasa con los cuerpos mutilados por el cáncer? ¿Cómo impacta dicha mutilación en la subjetividad de las mujeres que padecen la enfermedad? ¿Qué propuestas de resignificación de esos cuerpos mutilados encontramos a partir de la praxis de mujeres artistas? ¿Cuáles son los aportes desde el feminismo? En esta ponencia nos proponemos reflexionar sobre las resignificaciones de los cuerpos femeninos que han experimentado enfermedades mutilantes a partir de diferentes expresiones artísticas (fotografía y literatura, principalmente). Elegimos recuperar los trabajos de Kerry Mansfield y de Susan Sontag porque ambas artistas producen y exponen sus obras, o parte de ellas, en base al padecimiento de la enfermedad en y desde sus propios cuerpos.