El presente trabajo aborda la problemática en relación a la educación superior en diseño industrial atendiendo al entramado que articula la dimensión laboral y la cultural. Proponemos una reflexión sobre aquellas estrategias y prácticas que subyacen en el ámbito educativo y se traducen en potencialidades del ejercicio profesional. Para ello, concentramos la atención sobre dos dimensiones, la técnica y la cultural con el fin de delinear algunos conceptos que atraviesan a la enseñanza del diseño industrial en Argentina. En principio, analizamos la relación entre la educación y la inserción laboral en el entramado político y económico, entendiendo que allí reside el potencial transformador y el núcleo de la mejora cualitativa en la producción industrial. Por otro lado, profundizamos en el rol del diseñador como operador cultural con el fin de poner a dialogar al sujeto con su entorno. Finalmente, como parte del proceso de reflexión propuesto, nos adentramos en aquellos presupuestos del diseño que esconden prácticas definidas por lógicas mercantiles, que alteran la transformación de prácticas socioculturales.