El diseño como campo de proyecto ha sufrido algunos cambios que debieran tener repercusión en la enseñanza formal de la disciplina. El concepto más central es “el tiempo”. El mundo se ha acelerado en términos inigualados y el tiempo se ha acelerado en todos los aspectos que inciden en el Diseño como actividad proyectual. Un caudal mucho mayor de productos sale al mercado cada día. La prolongación del momento de comprar algo nuevo, se realiza a través de un packaging que en general se descarta inmediatamente después del desempaque y termina siendo un residuo más a considerar. El diseño y la sustentabilidad están desalineándose cuando el paradigma es el consumismo. El presente trabajo ha surgido como consecuencia de reflexiones asociadas a la investigación en curso y que, no formando parte del cuerpo de la misma, proporcionan una mirada crítica sobre esta relación entre diseño, industria y sustentabilidad, que redunda en el planteo de algunas estrategias posibles.