La deconstrucción como estrategia de lectura ha dejado innegables aportes para pensar el texto artístico y la experiencia estética. Su negación de lo que es, de la presencia, afirmando lo que está por venir, hace que la obra de arte sea algo completamente otro, imposible de prever. La deconstrucción es “invención”, es posibilidad, alejada de esencialismos y convencionalismos; nos lleva a encontrar en la obra de arte siempre nuevas maneras de escrutarla, nunca acabadas, como una promesa que se abre a un horizonte en permanente re-construcción. Leer deconstructivamente es desatar el abismo; es tensar los signos que aparecen en la obra y llevarla a su límite. En esta oportunidad nos detendremos en esta mirada sobre el fenómeno del arte, elaborando algunas ideas que ubican a la deconstrucción como estrategia de descentramiento y denuncia de la hegemonía que pretende instaurar las interpretaciones estéticas de los textos artísticos. Primeramente, se van a exponer algunos conceptos principales que hacen a la deconstrucción, para luego extraer las implicancias de este pensamiento para la experiencia estética. Por último, vamos a entablar un diálogo entre la producción de Derrida y las posturas de autores de nuestro contexto latinoamericano como Nelly Richard, Mario Casalla y Rodolfo Kusch.