Este trabajo de investigación se inspiró en una intuición en torno a la entrevista radiofónica. La idea puede expresarse de este modo: el entrevistador distribuye silencio y pausas. En estos silencios y pausas confluyen, en tiempo y espacio, el entrevistador, el entrevistado y los oyentes. Lo que da lugar a la construcción de un escenario posible y a una categorización que organiza el sentido. En la dimensión Comunicación Social, se inscribió la práctica periodística, en el estudio de los procesos narrativos de la entrevista radiofónica. El dispositivo técnico de la radio soporta la construcción del escenario comunicacional en sintonía con la dimensión cultural, constituyendo un modo de oír el silencio y las pausas de carácter performativo. En el campo de la política, se registraron las características y tipos de narrador periodista, en sus usos del silencio y las pausas, vinculadas a la relación asimétrica de entrevistador y entrevistado. Relacionada a este registro, la temporalidad y la espacialidad de lo que Bourdieu (1990) llama “capital simbólico”, donde la adhesión de poder y por tanto ideológica, se expresa en la coincidencia de la mediación, que en la cotidianidad se produce y reproduce como expresión política de la multitud.
De las múltiples y complejas dimensiones, se eligió la construcción, el esbozo, de un marco procedimental para analizar la tarea indagatoria del periodismo. La inspiración para ello acudió de la música y de la variedad de versiones existentes de una misma melodía, porque si bien reconocemos la obra, también podemos identificar el ritmo, o una variación en el intérprete.
La metáfora del nomenclador “taxonomía” en términos de Foucault (1968), en este trabajo encontró parangón en el lenguaje de símbolos que expresan la duración de las notas (la melodía), en blancas, negras, corcheas, semicorcheas, fusas, semifusas y los silencios. Silencios que se marcan en su duración, figuras musicales, como blancas, negras, corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas, silencio y pausas.
Por ello, los silencios se ejecutan en un tiempo y se sostienen en él. Tangibles como los dedos que lo marcan en cualquier instrumento leyendo o no la partitura. De allí la idea de: el silencio y las pausas. El camino inverso es realizable, es decir: oyendo la interpretación, escribir la partitura.
Siguiendo esa analogía (periodista e intérprete musical distribuyen silencio y pausas), en situación de entrevista, tanto el periodista como el entrevistado y los oyentes, encontraron sincronía narrativa en la detección de silencio y pausas, operando sobre éstos. Cada uno de los participantes reconoció, y volvió a conocer desde su experiencia, un singular modo de ser de: el silencio y las pausas asociadas a un modo de ser de la entrevista (para este trabajo: relato indagatorio). Desde ese interior, el sujeto constituido en la experiencia se proyecta en el entramado social. Así el silencio y las pausas anclaron la polisemia en el modo de presentarse en cada uno de los discursos apropiados, en tanto, acción productiva. Al mismo tiempo se develó el carácter “indicial” (Pierce, 1987), en sus singularidades taxativas, en el tiempo y el espacio, para el silencio y las pausas relativamente estables, en la estructura narrativa de la entrevista en radio.
La cuestión de forma a las relaciones de entre silencio y pausas en apariencia se presentaba casi insignificante, pero firme, verificable y solvente en el marco de referencia del capital simbólico. Desde entonces punto de partida en la reflexión del objeto de estudio.