En el presente trabajo se abordará la temática sobre la marca, más puntualmente la “marca-país”, haciendo foco en el caso de Argentina. La marca país es el signo más preponderante, lo que se dice marca paraguas. Funciona como respaldo, rubrica, marca, sella, legitima y prestigia todo lo que por debajo de ella se ubica. La marca país es un símbolo unívoco de la nacionalidad, y para que así sea debe ser socialmente transversal, debe representar a todos.
La experiencia en el proceso de creación y gestión de la estrategia de marca país en Argentina tuvo su origen en el contexto marcado por la grave crisis económica, social y política en la que se vio inmersa entre 2001 y 2002; y fue realizada con el fin de respaldar la imagen del país.
La creación de la marca país en Latinoamérica tiene una relevancia aún mayor que en el resto del mundo, ya que se presenta como una herramienta de reposicionamiento a nivel global, y en los países que conforman Hispanoamérica existen constantes pujas entre los grupos mediáticos existentes y limitaciones político-económicas más notorias y particularmente fuertes. Este hecho hace que la vigencia de la marca país, la cual debe ser atemporal, se torne temporaria, y por consecuencia, se obtenga una indiferencia social, dejando en perspectiva la falta de identificación por parte de sus habitantes.