Teniendo en cuenta que la producción de arte está ligada con los modos de producción, en la actualidad más allá de espectadores encontramos usuarios de las redes, prosumidores y variantes de la relación entre artista-espectador o en otras palabras entre producción y recepción de las obras. Se presenta una amplia gama de relaciones gracias a las tecnologías contemporáneas, las nuevas redes y la virtualidad. Entre esta nueva gama de posibilidades encontramos el net art como una de las modalidades más utilizadas, donde la hibridación, la transtextualidad y la constante intervención de los usuarios permite la ampliación del campo artístico. Una importante representate del net art latinoamericano es Belén Gache, quien a partir de la producción de libros en distintos formatos digitales cuestiona los límites del lector generando relaciones en torno a este como prosumidor del contenido de sus libros, crítico, y rebasa el dispositivo tecnológico, permitiendo volver al papel, su "Cuaderno de historia universal" entremezcla narrativas locales y universales a modo de juego, invitando a la lectura no lineal, desafiando el orden de los formatos y multiplicando el terreno de su producción.