En este escrito se aborda la película Santiago (2007), de Joao Moreira Salles, a partir de dos tópicos: la memoria y la digresión. Se revisa, a partir de allí, la categoría de cine-ensayo, reflexionando particularmente sobre el modo en que el dispositivo audiovisual trabaja sobre el tiempo: fijándolo, por un lado, y por el otro, produciendo una mezcla de tiempos diversos y heterogéneos. Se examina también los modos en que el autor regresa sobre su propio material, así como sobre material de archivo, para darle una visión renovada. Finalmente, se propone trazar una analogía en torno a la memoria y la digresión como dos categorías centrales, tanto de la estructura del film como del “género” de cine-ensayo.