Al observar el desarrollo de la literatura infantil y juvenil en Argentina, diversos autores coinciden en marcar la década del ’60 como el momento en el que la infancia se convirtió en objeto de mercado, esta literatura devino un género de la cultura de masas y con los años, los textos pensados para niños/as conformaron un campo literario específico en el que la cuestión editorial desempeñó siempre un papel central.
Como hemos abordado en estudios anteriores (Codaro, 2012; 2013), Silvina Ocampo escribió diversos textos para chicos/as en esos años aunque la mayoría fueron publicados en la década del ’70. Sin embargo, su producción infantil comenzó a hacerse más conocida en los años noventa y sobre todo en el transcurso del siglo XXI. En este sentido, cabe preguntarse: ¿a qué se debe este fenómeno? Por un lado, parece evidente que toda su literatura cobró un mayor reconocimiento tardíamente como lo analiza Adriana Mancini (Mancini, 2003), cuando la crítica literaria empezó a interesarse más en su obra, lo cual derivó en la edición y la reedición de varios de sus libros. Por otro lado, el desarrollo de la industria cultural y las decisiones del mercado editorial en materia de literatura infantil, condujeron a los cuentos de Silvina Ocampo a disímiles y heterogéneas antologías – editadas y reeditadas- que vieron la luz sobre todo a lo largo de las dos últimas décadas. En efecto, es posible hallar cuentos de la autora en antologías escolares, en compilaciones que seleccionan textos con características similares o los agrupan según el género o el subgénero en el que podrían incluirse.
El objetivo de este trabajo es, entonces, observar y analizar no sólo algunas publicaciones infantiles de Ocampo de los años setenta – atendiendo, en esta oportunidad, a la cuestión editorial- sino las antologías destinadas a niños/as y adolescentes que incluyen textos de la autora, todas ellas editadas y reeditadas desde los años ochenta a la actualidad, período de gran auge en la literatura infantil que adoptó formas novedosas.
El trabajo en torno a estos materiales –la mayoría consultados en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno- permitirá pensar en las resignificaciones, los usos y las relecturas de los cuentos de Ocampo.