En este trabajo presento un análisis y reflexiones en torno al texto La historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño (Bruel y Bozellec, 2013) en términos de diversidad de género. Elegí analizar y reflexionar sobre este texto porque me causó un gran impacto cuando lo encontré en la biblioteca de mi sobrina, que tiene 3 años de edad. Por un lado, fue grato saber que Malena tiene acceso a relatos en los cuales la protagonista no es inevitablemente una princesa, con su figura esbelta, su vestido, su ingenuidad, delicadeza y sumisión (Lesbegueris, 2014). Por otro lado, La historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño (Bruel y Bozellec, 2013) generó incomodidad en mí. El libro cuestionó las ideas que yo tenía sobre lo que debe ser un niño1 – coincidentes con la ideología de Disney “de encantamiento en un mundo libre de desigualdades, sin pobreza, sin conflictos, sin sufrimiento, sin criminalidad, sin guerras y, sobre todo, libre de la política” (Bustelo, 2011: 71)- que, aunque ya habían sido fuertemente cuestionadas en mi labor docente y académica, parece que permanecían más rígidas cuando se trataba de mi sobrina. El texto de Bruel y Bozellec (2013) también fue disruptivo para mí porque, como señala Nodelman (2010: 20), la literatura infantil existe “porque los adultos suponen que los niños son capaces de entender menos que los adultos: que los niños necesitan una literatura que diga menos”. Yo no era capaz de comprender el texto en profundidad. ¿Cómo podría entonces comprenderlo mi sobrina si se supone que entiende menos? También decidí escribir sobre La historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño (Bruel y Bozellec, 2013) porque, al detenerme en la historia, me sentí cada vez más identificada con el personaje que a primera vista parecía lejano. Lo compartido, que inicialmente era sólo nuestro nombre, fue haciéndose más visible.