Al producirse la ruptura de un conducto salival debido a un trauma, las células acinares siguen secretando mucus hacia el interior del mismo. Las secreciones escapan al tejido conectivo subyacente, formando un depósito de mucus que distiende los tejidos circundantes. Aunque dichas lesiones no producen obstrucción directa del flujo salival, la cantidad de secreción que puede extravasarse se ve limitada por la distensibilidad del tejido conectivo aledaño. Al crecer, la glándula que secreta la mucina a través del conducto roto, llamada glándula tributaria, sufre compresión y desarrolla finalmente cambios obstructivos. Descripción del caso. Concurre al servicio de Odontología un paciente de sexo masculino, de 23 años de edad, cuyo motivo de la consulta es un crecimiento exagerado en labio inferior de aproximadamente 3 meses de evolución.