El estudio reflexiona en torno a las condiciones de posibilidad de las prácticas corporales en Uruguay, como estrategia de análisis para pensar la Educación Física. Estudios recientes no dudan en señalar al siglo XIX como momento fundante de aquel conjunto de prácticas que se dieron en llamar Educación Física. De ahí que se indaga en la segunda mitad del siglo XIX, específicamente en el período que va entre 1861 y 1871, con el propósito de conocer y analizar las repercusiones del discurso civilizador en aquellas prácticas que ponen en debate una mirada relacionada a los juegos, en prácticas que se presentan relativas a la gimnástica, y en prácticas vinculadas con lo que se conocerá como deporte en la modernidad. En cierta medida se abre una puerta poco explorada en torno a la educación de los cuerpos en Uruguay y su lugar en un contexto en el que la política deviene en biopolítica y la población se vuelve problema como Cuerpo uniforme que debe ser normalizado. Un conjunto de saberes se vuelven necesarios, convenientes, morales, científicos, y otros circulan en el olvido, son desterrados, secundarios. Es en este funcionamiento que se busca comprender las relaciones de dominación que hicieron posible la aparición de distintas prácticas corporales y no otras, la continuidad de unas prácticas corporales y no otras, así como los dispositivos que favorecen su actualización, en una suerte de guerra que se mantiene en el ejercicio de la política.