En el libro titulado Para leer el teatro, Anne Ubersfeld aborda una serie de elementos para el análisis teatral, desde el texto hasta su representación. Así, en el capítulo que se titula “El personaje”, Ubersfeld afirma que “no es posible, en el ámbito del teatro, huir completamente de una mímesis que surja del hecho que la realidad corporal del actor es la imitación del personaje-texto” (2005: 72). En este sentido, Ubersfeld se acerca de lo que el teatro de la Crueldad trata sobre el trabajo corporal del actor, o sea, la dificultad que el actor debe tener en su preparación, con su trabajo corporal. No obstante, la autora hace una crítica clara en contra al concepto que el propio Antonin Artaud trajo para el teatro, en el momento en que afirma, en el libro El teatro y su doble, que el verdadero teatro debe romper con el texto.