Los recursos formales -matemáticos y lógicos- son fundamentales en el análisis y la descripción de la naturaleza, pero su uso exige considerar las diferencias sustanciales entre enunciados formales y fácticos. En este trabajo nos proponemos reflexionar sobre la dificultad que representa, para los estudiantes, la comprensión y el manejo de lenguaje de la física. Analizaremos algunas limitaciones detectadas en estudiantes de los primeros cursos de física universitaria, vinculadas a la interpretación del lenguaje simbólico empleado al formalizar los enunciados de la disciplina. Sugeriremos algunas implicancias para la enseñanza. Entendemos que no sólo la complejidad propia de un nuevo lenguaje y su formalización, sino también la desvinculación con la que se suele presentar la dupla concepto-formalización del mismo, generan dificultades para los alumnos. Sostendremos que los vínculos entre el lenguaje técnico que utiliza la física, las estructuras matemáticas y los esquemas experimentales, sirven para describir, explicar y definir su objeto de estudio, el mundo al que se refiere y las herramientas a través de las cuales lo aborda.