La hipótesis de trabajo, que guía el presente artículo, refiere a que es posible identificar, en el desarrollo histórico del Uruguay, una firme y sostenida tradición respecto a brindar asilo y refugio a ciudadanos, de los más variados países, pero en especial de la región, cuando estos se han visto forzados a abandonar sus patrias en razón de persecución y temor por su vida o la de sus familiares. Sin embargo, y a pesar de este enunciado, esta tradición ha tenido algunas rupturas de relevancia que merecen ser analizadas dentro de cada contexto histórico, siendo la más importante la que ocurre con la escalada autoritaria y represiva que se inicia en 1967 y que desembocará en la dictadura que se extiende ente 1973 y 1985. Este período es el más importante, en la historia nacional, en lo que refiere a la expulsión de connacionales fuera de fronteras.
(Párrafo extraído a modo de resumen)