Desde tiempos inmemoriales ser desterrado ha constituido una pena severa, aunque no la más severa, que un individuo o una comunidad podrían sufrir. La historia humana ofrece innumerables ejemplos, muchos de ellos arquetípicos, de destierro o bien en su terminología moderna, de exilio. El presente trabajo sugiere que junto con la presencia ubicua del fenómeno a lo largo del tiempo y a través de los distintos espacios del globo, se debe reconocer su historicidad, su cambiante funcionalidad en distintas fases históricas y su distintivo uso en distintas sociedades. El objetivo de esta ponencia es pues sugerir líneas de aproximación a tal historicidad, interpretándola en forma preliminar, desde una perspectiva socio-política.
(Párrafo extraído a modo de resumen)