Al revisar las entrevistas biedmanas se advierte esta posición de alguien que finge ser en sociedad aquello que no es en la intimidad. Esta modulación, que podría no sugerir mayores derivaciones explicativas, se torna metodológicamente potente en el caso de nuestro poeta porque la misma ha constituido la matriz central con la que su obra ha sido leída. Personaje espectral (Ferraté, 1969), personaje real (Maqueda Cuenca, 2000), distanciamiento entre el poeta adulto y el niño (Leuci, 2010) o arraigo biográfico (Gracia y Ródenas, 2011) son algunas de las maneras con que la crítica explicó el correlato entre vida y poesía presente en Las personas del verbo. Estas lecturas entran en disidencia con la construcción de las imágenes de escritor (Gramuglio, 1992) que emergen en su obra en prosa, fundamentalmente en su Diario y en su correspondencia.