En los últimos años, el discurso público argentino estuvo marcado por la referencia reiterada a un nuevo conflicto:el enfrentamiento entre kirchneristas y antikirchneristas. Una lectura ampliamente difundida de este enfrentamiento afirma que el mismo es la resultante de un modo particular de ejercer el gobierno por parte de los ex presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández (2007-2015). Así, en la Argentina actual existiría una “grieta” que separaría a los argentinos como resultado de dicha forma de gobernar. En esta lectura de la realidad, la división de la población argentina –al menos en el plano político– sería una característica ajena, extraña, a las particularidades del país.Sería entoncesuna división “artificial” que se deberíasuperar pararegenerarsela “unidad” preexistente.