El conocimiento de la relación agua superficial-subterránea en zonas urbanas constituye una herramienta importante para la toma de decisiones vinculadas a la gestión y el aprovechamiento del recurso hídrico. Los cursos de agua son vulnerables a la contaminación por agroquímicos y por desechos domésticos e industriales en sectores urbanos, que pueden llegar a afectar la calidad química del acuífero freático.
Las metodologías convencionales para determinar esta relación requieren de la ejecución de pozos o el relevamiento de perforaciones existentes, cuyo número y distribución condiciona el análisis de los resultados. Además, el estudio de la interacción de un curso de agua con el nivel freático a una escala de detalle resultaría poco práctico y costoso. Por esta razón los métodos geofísicos surgen como una alternativa válida para conseguir información complementaria a una escala de decenas de metros. El objetivo de este trabajo fue evaluar la aplicabilidad del método sísmico y del método eléctrico para estudiar la relación agua superficial-subterránea en un lugar representativo de un ambiente de llanura, comparando además los resultados de ambos métodos. El curso de agua estudiado es una canalización del arroyo Martín en la cuenca Martín-Carnaval, del Partido de La Plata.
Se decidió aplicar ambos métodos en un perfil de 80 metros en dirección perpendicular al curso de agua. En el caso del método sísmico se utilizó un sismógrafo Geode de 24 canales, un martillo como fuente sísmica y geófonos equiespaciados 2 metros. Sobre el mismo perfil para la tomografía eléctrica se utilizaron 32 electrodos de acero inoxidable con un distanciamiento de 2.5 metros. Las interpretaciones de ambos métodos coinciden al encontrar al menos tres capas, la primera de aproximadamente 2 metros de espesor de muy baja velocidad (200 m/s) y resistividad media (10 Ohm m). Luego, se observa hasta los 10 metros de profundidad un capa de velocidad mayor (800 m/s) y dentro de ella dos zonas con resistividades distintas, una superior de 4 a 8 metros de profundidad con resistividades de aproximadamente 5 Ohm m y una zona inferior con resistividades de aproximadamente 12 Ohm m. La base alcanzada con la tomografía sísmica se ubica en torno de los 12 metros coincidiendo con el tope de una capa que presenta una velocidad de 1400 m/s. El análisis de las propiedades físicas inferidas mediante la inversión permitió definir el comportamiento del curso de agua, que presentaría un carácter efluente en el sector analizado.