En general suele identificarse a los procesos de enseñanza de la economía en el plano universitario con las corrientes no críticas pedagógicas, en particular, aunque no con exclusividad, con la llamada pedagogía tradicional, con fuerte impronta del docente, quien es el que posee y transmite el conocimiento. Esto puede observarse en experiencias de distintas unidades académicas, tanto del país como del resto del mundo. Y necesariamente debe abordarse abarcando la diversidad de planos, toda vez que lo económico está referido a un modelo de acumulación a escala mundial.
Por cierto, a modo de ejemplo y como se señaló en términos de no ceñirse con exclusividad a una sola perspectiva, pueden observarse elementos de otros enfoques, como el tecnicismo, ya sea que se apueste a la neutralidad o la infalibilidad histórica del conocimiento que ha sedimentado la humanidad. Algunos lo plantearán como evolución, otros como superación histórica, pero el centro de disputa es el contenido mismo, uno de los atributos del tecnicismo.
Podría pensarse que estas formas tradicionales se emparentan con un contenido propio de perspectivas ortodoxas, fundadas en pensamientos conservadores acerca de la teoría económica. No faltarían argumentos para sostener lo anterior, pero sin embargo esa tendencia a observar prácticas de marcado sesgo acrítico en lo educativo no parecería ser patrimonio exclusivo de la ortodoxia económica, toda vez que es usual observar parecido que cuestionan el orden social mismo.
Esto nos lleva a un análisis de los contenidos en disputa y el carácter de los mismos, poniendo la discusión en el contexto histórico y social. En otras palabras, qué intereses concretos aparecen en clave de conflicto, a partir de una configuración social concreta como la es la del capitalismo. Pero también a problematizar la puesta en juego de ese contenido en la dimensión áulica y en el plano institucional.
Desde ya que este trabajo pretende despojarse de linealidades y, en todo caso, tiene la intención de poner en evidencia ciertas complejidades emergentes tanto del análisis de las prácticas educativas dominantes en el área de la Economía como de la exploración en prácticas alternativas disruptivas con las corrientes no críticas. En atención a ello, se pretende analizar las resistencias generadas por parte de los sectores que cuestionan los contenidos hegemónicos. Y, a partir de las perspectivas pedagógicas críticas, problematizar el cómo se enseña más allá de lo qué se enseña.