Profanar es un acto contra la ley que separa lo sagrado de lo humano adjudicándole a las cosas un carácter divino. Por el contrario, como acción mundana, la profanación restituye las cosas a su uso común y por eso el aparato legal la censura. En este trabajo se analizarán algunas obras teatrales de Juan Rodolfo Wilcock en donde no sólo se profanan las reglas del teatro clásico sino que se modifica el uso de sus objetos. De esta manera, la muerte, el juego, el humor, la hospitalidad son recuperados a partir de una negligencia que opera como fuente de reunión mediante la que se regresa a una lengua impura, a la naturaleza animal del hombre, a la estética de la repulsión y al acuerdo abyecto que une al sujeto con el mundo.