La principal hipótesis que sostiene Vera Waksman en el libro es que en la obra y la vida de Rousseau es posible identificar un concepto que puede ser pensado como un hilo conductor de sus reflexiones políticas, educativas y filosóficas, la noción de amor de sí mismo; y que al mismo tiempo existe en el autor una inquietud permanente que constituye el impulso para sus esfuerzos teóricos, la libertad.