El PRT surgió como producto de la fusión entre dos trayectorias divergentes. Por un lado, el Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP), fundado en 1961 y dirigido por los hermanos Santucho (Mario Roberto, Francisco René y Oscar Asdrúbal) (Pozzi, 2004; Volonté, 2014). Nacido con planteos de raigambre centralmente indigenistas, rápidamente amplió la concepción alrededor del sujeto social en el cual desarrollar su accionar político planteándose la necesidad de articulación con el movimiento obrero. Ello se expresó en la búsqueda de una militancia dentro del FOSIF (Federación Obrera Santiagueña de la Industria Forestal) en donde buscó (fallidamente) una participación en el proceso electoral para la elección de su conducción y, sobre todo, en la FOTIA (Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar). La participación de esta organización en el proletariado azucarero se transformó en uno de sus rasgos distintivos mediante mecanismos como el vuelco de su militancia estudiantil tucumana en este rubro lo que le permitió, a su vez, una ampliación geográfica de su militancia a las provincias de Santiago del Estero, Tucumán y Salta. En relación con ello, el vínculo central entre el FRIP y Palabra Obrera se desarrolló en el marco de una militancia conjunta en Tucumán a través de la unificación de sus equipos en ingenios azucareros como Santa Ana y San José (además de la confluencia en la militancia estudiantil de la región).