El propósito de este trabajo es analizar el imaginario social que existe en torno a las formas de transmisión del VIH y de la mirada social que se tiene hacia las personas consideradas como parte de los grupos más vulnerables de adquirir la infección. Se realizó un estudio comparativo entre adultos profesionales de ciencias de la salud y jóvenes estudiantes de nivel medio en la provincia de Catamarca.
Desde que se detectó el primer caso de SIDA en 1981 en los Estados Unidos, se creó un fuerte imaginario de que el virus atacaba solamente a hombres homosexuales, debido a que los primeros casos detectados fueron hombres gays. De ahí que muchas de las políticas preventivas y de tratamiento de retrovirales que tenían mejores resultados a partir de 1995, estaban dirigidas y focalizadas hacia estos grupos. Después, con la aparición de un gran número de casos en otros grupos como UDIS y de personas que ejercían el sexo servicio, fue necesario generar nuevas políticas de salud que contemplaran las distintas formas de transmisión y las que representaban en ese momento un mayor riesgo.