Esta ponencia discute algunos empleos del concepto de modelo económico (o de conceptos semejantes) en la literatura corriente sobre la economía, la política económica y la historia económica argentinas.
Se trata, ciertamente, de una cuestión teórica general, pero adquirió además una particular importancia política durante los últimos años. En efecto, las características que revistió la acumulación durante la década kirchnerista estuvieron signadas, en sus factores domésticos, por la severa crisis de acumulación que culminó hacia fines de 2001 y por las políticas económicas implementadas como respuestas, más o menos forzadas según los casos, ante dicha crisis. La década kirchnerista contrastó, en este sentido, con la menemista previa. El menemismo había recuperado y profundizado en los noventa un proceso de reestructuración capitalista que venía desarrollándose, a través un curso de avances y estancamientos, desde mediados de los setenta, proceso que arrojó como resultado la consolidación de un nuevo modo de acumulación. Un modo de acumulación centrado en una nueva inserción del capitalismo doméstico en el mercado mundial sustentada en la producción y exportación de commodities dotadas, en principio, de escaso valor agregado. No puede afirmarse lo mismo del kirchnerismo. Es cierto que varias de las características que habían signado el funcionamiento de la economía en los noventa entraron en crisis en aquella crisis de acumulación que culminó en 2001 y que fueron modificadas a través de las políticas económicas implementadas a partir de 2002 para salir de ella. Pero este proceso de crisis y recomposición de la acumulación no implicó el establecimiento de un nuevo modo de acumulación, sino más bien el restablecimiento del proceso de acumulación sobre la base de los restos del aparato productivo heredado de los noventa, en un contexto mundial extraordinariamente favorable.