Esta ponencia presenta un avance en el marco de una investigación más amplia, acerca de un conjunto de transformaciones en la composición de la clase trabajadora del Gran Buenos Aires (GBA), a partir del comienzo del proceso de reestructuración capitalista puesto en marcha por la última dictadura militar en 1976.
En general existe consenso, en la literatura especializada, en que el avance de la precarización laboral durante el último cuarto del siglo XX fue uno de los procesos de mayor impacto en cuanto a la transformación en la composición de la clase trabajadora. Existe consenso además en que el proceso alcanzó su punto máximo en la crisis de 2001-2002, y que luego registró una baja considerable, si bien se mantuvo en niveles históricamente altos. En ese sentido, persistió como fractura signficativa de la clase trabajadora.
El objetivo de este trabajo es indagar en la naturaleza y la dinámica de esa transformación, en su impacto sobre la clase trabajadora. Si bien no podemos abarcar aquí todas las aristas de esta problemática, entendemos que un primer paso en esa dirección consiste en dar cuenta de la heterogeneidad de fenómenos y situaciones que se cuentan dentro del indicador agregado de precariedad laboral más habitual: la tasa de asalariados no registrados en la seguridad social.
Partir de esa heterogeneidad es fundamental para entender la naturaleza del proceso concreto de precarización. ¿En qué consistió su aumento? ¿Acaso en la expansión de sectores informales de baja productividad? ¿Acaso en el empleo no registrado de unidades productivas “formales”? ¿Acaso en la expansión coyuntural de los planes de empleo como política de contención social? Informalidad, prácticas patronales de contratación, políticas públicas: es evidente que el peso desigual de cada variante, en cada coyuntura, implica significados diferentes para el proceso global, así como para la composición de la clase. Desagregar la variación del empleo no registrado será, por lo tanto, nuestra primera tarea.