El período contenido entre los años 2002-2010 presentó una recuperación de la actividad económica tras la crisis de la convertibilidad que detonó la rebelión popular de diciembre de 2001, y que acabó en el fin de la paridad cambiaria en el año 2002. Así como esta crisis, en la posconvertibilidad las explicaciones acerca de las principales tendencias macroeconómicas tuvieron como uno de sus ejes centrales el análisis de las políticas del Estado nacional argentino. Con el avance del período se multiplicaron los análisis acerca de los cambios, pero también las continuidades en términos de política estatal en comparación al período anterior.
La cuestión de las privatizadas y los subsidios fue problematizada al inicio del período, en el que recibieron ingentes sumas de dinero en un contexto de crisis económica y social para mantener niveles tarifarios bajos (Azpiazu y Schorr, 2003), pero más aún a partir de los años 2008/2009 con la llegada de los efectos de la crisis internacional y los resultados del denominado “conflicto del campo”. Caída de las reservas, aparición de resultados totales deficitarios en las cuentas públicas y deterioro del tipo de cambio alto fueron diferentes indicadores de la aparición de límites al tipo de desarrollo económico ocurrido en los años de crecimiento, cuestionando el “ciclo virtuoso” que parecía desprenderse del sostenimiento del triángulo superávit comercial-superávit fiscal-tipo de cambio “alto” (Eskenazi, 2009).