La llegada de Cambiemos al poder marca el inicio una profunda transformación en las políticas sociales, tanto en aspectos materiales como simbólicos, que interpela a las organizaciones sociales y genera una importante confusión en cuanto a los posicionamientos de la mismas.
Lo más novedoso de las políticas de Cambiemos es la batería discursiva que las sustentan, orientadas a la promoción de la iniciativa individual para la creación de microemprendimientos productivos como estrategia de inserción laboral, dejando atrás criterios de una economía social y solidaria, tal como era pensada en la experiencia kirchnerista. Esta idea va acompañada de una fuerte denostación de las políticas de asistencia, incluidas las que contienen condicionalidades laborales, tal el caso del programa “Argentina Trabaja”, más allá de que se mantengan vigentes en la nueva etapa.
La nueva discursividad, si bien es original en nuestro país, no resulta para nada original en la Región. Discursos y políticas similares vienen desarrollándose fuertemente en otros países de Latinoamérica, donde el caso de Perú resulta ser la experiencia considerada más “exitosa” en este punto.