En la actualidad las Universidades Interculturales en México se han convertido en el espacio de diálogo entre los saberes comunitarios y el Conocimiento científico, en el espacio de convivencia de cientos de jóvenes de orígenes diversos en busca de una formación profesional que les ayude a enfrentar la realidad cada vez más compleja de sus contextos, paralelamente, se han convertido en el espacio de refugio de decenas de especialistas en distintas ramas del conocimiento: profesionales, investigadores, académicos de todas las esferas del conocimiento que, al resguardo de los reconocimientos académicos se encumbran como poseedores de verdades incuestionables. Sin embargo, ante la complejidad de las comunidades indígenas y su búsqueda de autonomía, resulta importante cuestionarnos sobre el papel que, estas instituciones de educación superior, deben desempeñar para poder convertirse en verdaderos acompañantes de las comunidades alrededor de los procesos sociales que enfrentan. Un verdadero reto para los profesionales que en ellas laboran. Hacer un análisis sobre estas cuestiones es el objetivo de esta ponencia.