El progreso de los avances científicos en los últimos años centró sus esfuerzos en el estudio de factores que hacen a la esencia del implante. Entre los nuevos materiales se encuentra el zirconio, como elemento de excelente biocompatibilidad que, al permitir buen soporte de labios, brindar estética bucal, no interfiere en el habla por lo tanto posibilita la integración social. Su alta fuerza a la flexión, dureza y su modulo de elasticidad son propiedades físicas favorables que garantizan correcta propagación de fuerzas que debe soportar. Además la menor adhesión de microorganismos, lo transforma en un material de elección en la práctica de rehabilitación odontológica. La literatura a largo plazo ha demostrado que el diseño atornillado es el más aconsejable, en consecuencia es fundamental el estudio minucioso de los aspectos que caracterizan a su superficie en la búsqueda de lograr la mejor calidad y que favorezca la oseointegración. En este sentido el mejoramiento del diseño en la elaboración de roscas favorece que la exposición de células y líquido extracelular genere una adsorción de proteínas plasmáticas sobre la superficie del implante brindando resultados clínicos con una respuesta biológica favorable en la interfase hueso implante.