El artículo surge de un trabajo etnográfico con niños/as en una escuela de estética1. Por lo tanto, si bien el proceso sociabilizatorio, es un proceso continuo, aquí se lo entenderá como aquél que instituye al/a cachorro/a humano/a, y que se extiende hasta y durante las infancias. La construcción de masculinidades y feminidades en dicho proceso, esta mediado por un proceso de sociabilización ideológica fundada en la articulación de al menos, dos matrices ideológicas: la biologización de la cultura y la heteronormatividad institucionalizada.
Por ello el trabajo, se articulará en cuatro apartados: el primero abordará una conceptualización del proceso sociablizatorio como proceso de sociabilización ideológica; el segundo, caracteriza la biologización de la cultura y la heteronormatividad institucionalizada como matrices de pensamiento que estructuran el patriarcado; en tercer término, se hará mención a la masculinización del uso de la fuerza y a la feminización del cuidado de los cuerpos; y finalmente realizaré, una breve consideración final.