A nuestra profesión se le constituye un desafío nodal, ya que es en estas organizaciones ideológicas-subjetivas donde se inserta socioculturalmente. En otras palabras, en cada una de nuestras intervenciones podemos cuestionar o reafirmar cada una de las mencionadas directrices ideológicas. En tanto la intervención profesional, es una construcción que implica la relación de todos los sujetos que construyen la situación problemática, signada por relaciones de poder que se estructuran a partir de la constitución de saberes que se encuentran legitimados socialmente y legitimaciones a la hora de tomar decisiones (Zuccaro, 2016). Es por ello, que en última instancia, la intervención profesional tiene que involucrarse en terreno de disputa política porque “todo el proceso que acabamos de describir se da en el seno de un juego de fuerzas que intenta instalar un modo de pensar” (Schejter, 2005:106). Por lo tanto, en el siguiente apartado abordaremos, una posible salida para disputar procesos de construcción de hegemonía social desde el Trabajo Social.