En el presente trabajo, se pretende discutir algunas cuestiones en relación a los cambios sufridos en la Estructura Social argentina a partir de la instalación del Modelo Aperturista, y su aparente proceso de consolidación.
La asociación entre inestabilidad laboral, pobreza, restricción al acceso a los servicios básicos y desprotección social han formado una combinación de factores que han logrado perdurar en la Estructura Social Argentina, más allá de los gobiernos de neto corte neoliberal -a pesar de los intentos de la políticas públicas del Período Kichnerista-, fomentando la persistencia de núcleos de pobreza e incidiendo en la situación de vulnerabilidad e incertidumbre social de numerosos hogares.
La desaceleración del crecimiento observada a partir del 2009, agudizada por los vertiginosos cambios derivados de las políticas de esta primera etapa de la gestión macrista -que parecieran impactar en la redistribución del ingreso- nos lleva a reflexionar sobre la eventual consolidación de las transformaciones producidas en la Estructura Social Argentina a partir del Modelo Aperturista, intentando explorar hasta qué punto los cambios observados en la orientación de políticas de Estado pueden incidir en una mayor desigualdad de oportunidades, y en una eventual creciente rigidización de nuestra estructura social.